La macroglosia es un trastorno que de la lengua que hace que tenga un mayor tamaño de lo normal en relación a las demás estructuras de la cavidad oral. Esto significa que en estado de reposo sale más allá del reborde alveolar. Esta patología es de etiología hereditaria o congénita y puede provocar anomalías dento-músculo-esqueléticas que conllevan dificultades en la masticación y en fonación así como problemas en los tratamientos ortodónticos o de cirugía ortognática.
El hecho que la lengua sea más grande de lo normal puede causar problemas al hablar, tragar, comer y dormir, además de afectar a la estética.
La macroglosia puede ser provocada por muchos factores pero en la mayoría de casos suele ir acompañada de trastornos hereditarios o adquiridos como el hipotiroidismo, la diabetes, el síndrome de Down, el linfagioma u otras patologías. Este aumento en la cantidad del tejido que supone la macroglosia debe ser estudiado de forma temprana por el dentista para observar las posibles afectaciones que puede producir esta anomalía y aplicar las medidas necesarias para solucionar el problema.
La macroglosia es un problema que afecta principalmente a niños, por lo que es importante detectar el problema a tiempo. Un paciente con macroglosia debe ser evaluado por un especialista que estudie su caso a fondo para establecer cuál es la mejor opción de tratamiento. Para hacer un correcto diagnóstico se debe evaluar el habla, el desarrollo del lenguaje, la motricidad oral, sus habilidades de alimentación y la dentición.
A partir de toda esta información se decidirá si es necesario someterle a una cirugía de reducción de la lengua o, si al contrario, no está justificada la cirugía. Su tratamiento depende de la causa que la provoca así como de la severidad de cada caso y puede ir desde la terapia del habla hasta la cirugía.
En caso que se aplique una cirugía de reducción se conseguirá disminuir el tamaño de la lengua para que sea capaz de descansar detrás de los dientes delanteros. Esta intervención se puede realizar mediante diferentes técnicas y proporciona varios beneficios al paciente: conlleva una mejora estética, mejora el aspecto visual del habla y resuelve las dificultades en la alimentación y el babeo.
La cirugía no siempre es una buena opción, ya que en ocasiones la macroglosia no es lo suficientemente importante como para justificarla. En estos casos será importante mantener un control regular por parte del dentista para controlar su dentición y del logopeda, que podrá ayudar a resolver los problemas del habla así como las habilidades motoras orales y de alimentación del niño.
Autor del texto: Dr Dario Vieira Pereira
Licenciado en odontología. Se ha especializado con el Máster en Cirugía e implantología por la Universidad de Barcelona, y completó su formación con el Diploma de Estudios Avanzados en la Facultad de Odontología de la misma Universidad. Licenciado en Odontologia 1996-2001 Master de cirugía bucal e implantología bucofacial, Facultad de odontología, Universidad de Barcelona 2001-2004 Diploma de estudios avanzados del Doctorado con clasificación de excelente 2006.