La parestesia es una de las complicaciones, aunque no habitual, que puede darse en la consulta dental.
La parestesia dental puede aparecer como resultado de un tratamiento dental que haya afectado un nervio. Siendo los más habituales en odontología, el nervio dentario inferior y el nervio mentoniano.
Los tratamientos dentales que más se asocian a la parestesia del nervio dental son la extracción de muelas del juicio cuya raíz esta cerca del nervio dentario inferior. Y los tratamientos de implantología, ya sea la colocación de implantes dentales o la realización de técnicas de regeneración ósea para ganar hueso.
Según la gravedad de afectación del nervio, una parestesia podrá ser temporal o reversible, o irreversible.
El pronóstico de la parestesia dependerá directamente de la gravedad de los trastornos y sensaciones que presente la persona afectada.
Una parestesia se define como un conjunto de sensaciones anormales o distintas de sensibilidad o de los sentidos en una región más o menos limitada.
Estas sensaciones anormales podrán ser de adormecimiento, hormigueo, entumecimiento,… originadas por una afectación u patología en cualquier área de las estructuras del sistema nervioso periférico o central.
En muchos casos, las parestesias son temporales o reversibles. Especialmente las que se producen por la inflamación de la zona.
Una parestesia dental podrá manifestarse con las molestias anteriormente descritas e incluso con dolor.
Una parestesia crónica en una región o zona puede ser síntoma de una patología neurólogica subyacente o un daño traumático de un nervio.
La parestesia dental puede tener dos causas principales, estas son:
Los nervios más habitualmente afectados en odontología son el nervio dentario inferior y el nervio metoniano, aunque también existe la afectación del nervio lingual.
Dentro de una sensación anormal en la zona tratada y labio, la parestesia se manifestará con un ardor, hormigueo, picor e incluso adormecimiento del área tratada (este podrá llegar a ser total).
La pérdida de sensibilidad podrá alternarse con una hipersensibilidad.
Los síntomas podrán estar directamente relacionados con el tipo de lesión que presente el nervio o complejo nervioso afectado.
Siempre, el cirujano oral o dentista deberá valorar minuciosamente la historia clínica del paciente para descartar una causa ajena a esta dolencia.
Asimismo, el cirujano oral o dentista deberá controlar periódicamente la evolución de la parestesia.
El diagnóstico se realizará en la consulta dental mediante una anamnesis completa y en base a las sensaciones anormales que presente el paciente.
Se valorará asimismo periódicamente la evolución de las diferentes sensibilidades que experimenta el paciente.
El examen de la zona afectada se realizará mediante pruebas químicas, térmicas y mecánicas.
Las parestesias afectan entre un 2 y un 8% de las intervenciones, solamente un 0.5 de estas son irreversibles, y normalmente se deben a extracciones de molares retenidos.
Puede darse tras extracciones dentales en la zona del maxilar inferior, tras tratamientos endodóncicos, por la colocación de la anestesia,…
Las parestesias más comunes son:
Esta se presenta como una percepción o sensación anormal y desagradable al tacto en la zona tratada.
Se manifiesta comúnmente con dolor o molestia o/y una sensación desagradable.
Es reversible y la sensación de la zona tratada puede normalizarse con el paso de las semanas.
En la odontología encontramos la desestesia oclusal conocida comúnmente como “mordisco fantasma”, que puede aparecer tras tratamientos quirúrgicos dentales.
La desestesia oclusal se manifiesta como una sensación de estar ejerciendo presión o forzando los maxilares (como bruxando) y a menudo provoca dolor al comer o masticar y al beber líquidos.
Un correcto estudio radiológico previo a un tratamiento quirúrgico dental cuando hay sospechas de que los nervios dentario o mentoniano pueden estar comprometidos, será la mejor forma de evitar una parestesia, reversible o irreversible.
Si se padece ya una parestesia dental, se deberá:
Si la parestesia afecta a la mucosa oral es probable una hipo-salivación o xerostomía y ello puede aumentar en riesgo de padecer caries.
La normalización de las zonas afectadas por una parestesia puede demorarse varios meses, hasta un año.
Las parestesias que no presentan una mejoría a los seis meses difícilmente van a remitir.
El mejor de los tratamientos siempre será la prevención y en el caso de las parestesias dentales, el mejor será una correcta planificación del tratamiento dental a realizar.
En nuestras clínicas dentales Propdental analizamos cada plan de tratamiento personalizada y minuciosamente para minimizar los efectos secundarios de estos.
Autor del texto: Silvia Pérez Garcia
Tesis Doctoral en la Facultad de Odontología de la Universidad de Murcia bajo la dirección de los Dres. Jordi Gargallo Albiol, Pia López Jornet y Juan Antonio Ruiz Roca. Postgrado de Odontología Legal y Forense. 2011-2012 Centro: Facultat d’Odontologia de la Universitat de Barcelona. Diploma de Estudios Avanzados (DEA). Programa de Doctorado: Técnicas Clínicas en Odontoestomatología. Fecha: 4 Octubre de 2007. Màster de Cirurgia i Implantologia Bucal. Centro: Facultat d’Odontologia de la Universitat de Barcelona. Fecha: 1999-2002. Curso: Odontología Título: Licenciada en Odontología. Centro: Facultat d’Odontologia de la Universitat de Barcelona. Fecha: 1994-1999.