La aparición de la inflamación del nervio dental o pulpitis está asociada mayormente a la caries, pero esta no es la única causa que la puede provocar.
La pulpitis es una inflamación molesta o dolorosa de la pulpa dental o nervio del diente provocada por estímulos diversos como pueden ser la caries, lesiones endo-periodontales o fisuras o fracturas dentales entre otras.
Si te molesta un diente aparentemente sano podrías presentar una pulpitis dental.
Te explicamos que es, los tipos de pulpitis dental que existen, sus síntomas, prevención y como deben tratarse. ¿Sabes qué es la pulpitis en una muela?
En este artículo te explicamos en qué consiste y como debe tratarse dependiendo de su causa.
Ciertos procesos y acciones pueden llegar a afectar a nuestra pulpa dental. Las causas principales son la caries dental y las patologías periodontales (piorrea).
No obstante, existen más causas que pueden provocar este proceso dental, estas son:
Cronológicamente, según el grado de afectación dela pula o nervio dental y de la afectación o no del tejido periodontal, podemos distinguir:
En esta fase el dolor podrá ser más o menos intenso. Este es localizado y generalmente se manifiesta al contacto dental producido en la masticación, aunque también puede hacerlo ante la aplicación de frío o calor.
Se presenta con un dolor agudo, localizado que no cede después de la aplicación de un estimulo doloroso.
Este estímulo podrá ser el frío pero también podrán ser ciertos alimentos los que provoquen el dolor agudo o incluso la aplicación de calor.
Además del proceso inflamatorio hay un proceso infeccioso en la pulpa dental. El dolor es muy agudo y fuerte al aplicar calor y suele calmarse cuando se aplica frío.
Este tipo de pulpitis conducirá irremediablemente si no es tratada a una necrosis pulpar.
Podríamos decir que es la muerte de la pulpa dental o nervio consecuencia de una detención de aporte sanguíneo, y por tanto, de nutrientes.
La causa puede ser una fuerte contusión, una gran caries,… que no se ha valorado y tratado correctamente a tiempo. La necrosis pulpar provocará el oscurecimiento de la pieza dental.
Se podrá tratar este oscurecimiento mediante la realización de un blanqueamiento interno dental.
Asimismo, la necrosis pulpar provoca normalmente un proceso infeccioso en forma de fistula o absceso en la encía (sobre la pieza dental afectada).
Hay dos tipos de necrosis pulpar, estas son:
Si presentas un dolor dental que no tiene causa aparente debes consultarlo con un dentista sin demora. La supervivencia de este puede depender de tu celeridad.
La necrosis pulpar es la muerte de la pulpa dental o nervio consecuencia de una irritación química, bacteriana o traumática. El proceso inflamatorio pulpar impide el correcto flujo sanguíneo y ello conllevará el deterioro de la pulpa dental.
El diente se mostrará insensible ante los estímulos de frío y calor, pero doloroso al contacto o tacto. Se presentará un proceso infeccioso en la zona apical del diente (ápice) que podrá afectar al hueso alveolar y a los demás dientes.
Las piezas dentales están formadas por varias partes o capas algunas visibles y otras invisibles.
La pulpa dental se localiza en el interior del diente (invisible) y está rodeado por la dentina; Comúnmente se le llama nervio.
Está formada por tejido conectivo laxo compuesto de vasos sanguíneos y nervios.
Debido a su composición, la pulpa dental, envía señales sensorial en cada de que la pieza dental o el diente presente algún daño o anomalía.
Asimismo, en la etapa de desarrollo dental, la pulpar es la responsable de desarrollar la dentina. Esta función concluirá al finalizar el desarrollo y recambio dental.
La pulpa también tiene la misión de nutrir al diente.
Una pulpitis es un proceso inflamatorio de la pulpa dental derivado u originado por factores externos a la propia pulpa como pueden ser:
En función de la gravedad de esta pulpitis o de la afectación de la pulpa, esta podrá ser reversible o irreversible.
Hay dos tipos de pulpitis, estas son:
La pulpitis reversible es la ligera o leve inflamación de la pulpa de carácter transitorio. Se manifiesta normalmente con un dolor o molestia localizada que puede aumentar con la compresión o al tacto.
Este proceso inflamatorio puede estar causado por un cambio de pH en la cavidad oral, por consumir alimentos muy fríos o calientes, por un tratamientos de blanqueamiento,…
Al ser reversible, este tipo de pulpitis, desaparecerá o remitirá cuando el estímulo que lo provoque se retire o evite.
Si crees que puedes padecer este tipo de pulpitis, si te duele un diente, es importante que consultes con un dentista, es decir, que realices una visita de revisión. Este te aconsejará como tratar mejor esta pulpitis hasta su completa desaparición.
Es un proceso inflamatorio de la pulpa dental moderado o suave causado por diferentes estímulos. En este caso la pulpa dental será capaz de recuperarse y regresar a su estado no inflamatorio o de salud. Podrán haber una serie de cambios inflamatorios en la estructura dental, tales como:
Este tipo de pulpitis se caracteriza por presentar un dolor agudo no localizado y que cede al aplicar un estímulo doloroso (no es constante, dura un o dos minutos). La pulpitis reversible puede ser habitual tras el realizar un tratamiento dental profundo; Ante este caso hablaremos de hiperemia.
La hiperemia es una congestión pulpar provocada por una mayor aportación de sangre en un tejido o complejo nervioso. Esta puede aparecer tras el realizar una serie de tratamientos odontológicos tales como:
La hiperemia generalmente es transitoria, no obstante si se prolonga en el tiempo podrá dar paso a una pulpitis irreversible.
En este caso, el dolor o molestia no desaparece al retirar el estímulo que lo provoca. El proceso inflamatorio que presenta la pulpa dental en este caso es muy importante y no será posible su regresión.
Algunas causas de pulpitis irreversible pueden ser:
Una pulpitis irreversible podrá provocar la necrosis pulpar o lo que es lo mismo, la muerte del nervio dental o de la pulpa.
En este tipo de pulpitis la reacción inflamatoria la pulpa dental vital se prolongará en tiempo, pero no mostrará capacidad de recuperación (o mejoría). La pulpitis irreversible normalmente se deberá a una pulpitis reversible no tratada adecuadamente.
Se caracteriza por un dolor agudo espontáneo sin necesidad de aplicar ningún estímulo. Conllevará la necrosis pulpar o muerte del nervio dental, es decir, habrá una falta de reacción del nervio dental ante diferentes estímulos. Hay dos tipos de pulpitis irreversibles, estas son:
Este tipo de pulpitis precisará siempre de tratamiento odontológico que podrá ser una endodoncia o tratamiento de conductos, o bien la extracción del diente (si este no puede ser tratado).
La pulpitis dental se diagnosticará mediante una exploración oral en la consulta dental y puede precisar de un estudio radiográfico.
La radiografía dental permitirá saber si el proceso inflamatorio va más allá del ápice dental (raíz del diente) y asimismo, si existe otra patología.
Asimismo, se procederá a realizar un test de vitalidad dental mediante la aplicación de frío y se medirá la respuesta dental ante este estímulo.
Si se advierte la sensación de frío ante la aplicación de este en el diente ello nos indicará que la pulpa dental está viva (test +), es decir, no es necrótica.
Existen dos mecanismos principales que pueden provocar la inflamación de la pulpa: el daño por infección (en caso de caries por culpa de las bacterias) y el daño no infeccioso (un traumatismo en los dientes, por ejemplo).
Es importante hacer una distinción entre los dos casos, ya que en el caso de las infecciones existe un mayor riesgo de que las bacterias se avancen por la pulpa hacia el hueso y provoquen una infección ósea.
Pero la infección ósea también puede darse en ausencia de bacterias. Veamos un ejemplo: un diente se desgasta para albergar una corona y por culpa de una mala praxis se inflama la pulpa y muere. El tejido muerto (necrótico) se descompone y si este es mayor de la cantidad que pueden soportar los canales interiores del diente, el sistema inmunitario quizá no pueda hacer frente al proceso de degradación. Entonces, esto provoca una reacción infecciosa en el hueso.
Sin embargo, en la mayoría de casos el cuerpo es capaz de descomponer el tejido muerto no infectado y este se termina calcificando en lo que se llama ‘esclerosis puplar’. Esto puede hacer que al cabo de los años se produzca una reabsorción dental radicular mediante la cual, la raíz se convierte en hueso.
Dependiendo del tipo de pulpitis que presentemos se decidirá un tratamiento u otro. Siempre, ante el dolor dental, deberemos acudir sin demora a la consulta dental.
En el caso de presentar una pulpitis reversible, se deberá proceder a eliminar la causa de la molestia que está provocando esta. Al realizar esto y en un espacio de tiempo corto-medio, las molestias dentales desaparecen en un espacio corto de tiempo.
En el caso de presentar una pulpitis irreversible se deberá proceder a endodonciar en diente siempre y cuando este tratamiento sea posible, es decir, que no exista algún factor que impida el tratamiento (fractura dental, fisura,…). En el caso de presentar una pulpitis irreversible y ser imposible el tratamiento dental, se deberá proceder a la extracción del diente afectado.
El tratamiento de la pulpitis reversible consistirá en la realización del tratamiento dental que se estime, si se precisa y asimismo, en el control del proceso inflamatorio pulpar. El tratamiento de la pulpitis irreversible implicará la endodoncia de la pieza dental afectada, si ello es posible, o su extracción.
Asimismo, en la mayoría de los casos tras la realización de la endodoncia, se realizará una prótesis fija o corona para proteger el diente tratado. Podrá ser precisa la administración de fármacos.
Si presentamos dolor en un diente debemos acudir inmediatamente a la consulta dental para que un dentista nos revise correctamente y si procede, nos trate.
Cuida de tu salud buco-dental y general; Acude al menos una vez al año al dentista. Desde Clínicas Propdental, quedamos a tu entera disposición.
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Autor del texto: Dra Clara Duarte Fernández Cueto
La Dra Clara Duarte Fernández Cueto es licenciada en odontología y experta en endodoncia en Clínicas Propdental. Endodoncista exclusiva Licenciada en Odontología. Universidad Internacional de Catalunya (UIC). 2003-2008 Máster en Endodoncia clínica con microscopio y en cirugía endodontica por la UIC en 2008.