Aunque la atención suele focalizarse en los dientes, las encías también son un elemento que juega un papel crucial dentro de nuestra boca. De hecho, son las encargadas de mantener las piezas dentales en el sitio adecuado y, si no se cuidan como es debido, pueden incluso provocar su pérdida. Un mal estado del tejido gingival significa, también, un mal estado de la cavidad oral en general. Cuando la salud de las encías se ve perjudicada, los demás elementos son muy susceptibles a verse implicados en ello. “Si los dientes fueran un lienzo, las encías serían el marco que lo rodea. Por consiguiente, las encías pueden estropear o mejorar tu sonrisa”, así lo explica el doctor Ronald E. Goldstein en su libro Cambie su sonrisa: descubra cómo una nueva sonrisa puede cambiarle la vida (2011).
En Clínicas Propdental compartimos la idea que Goldstein resalta en su publicación. Unas encías sanas suelen ser rosas, presentan unos contornos bien definidos y están punteadas como la piel de una naranja. Además, el tejido gingival debe formar una curva alrededor del cuello del diente y, en función del origen étnico de cada uno, puede presentar diferentes tonalidades de rosa. Aunque el aspecto de las encías también puede variar en función de la edad y el sexo, estos son los estándares generales que nos permiten diferenciar un tejido sano de otro que no lo está. La enfermedad de las encías es la patología más común que les afecta. ¿De qué se trata?
La enfermedad de las encías, también conocida como gingivitis o enfermedad periodontal (en sus estadios más avanzados), es causada por una proliferación excesiva de bacterias en la boca. En las primeras fases, esta patología se manifiesta de la siguiente manera: las encías sangran fácilmente y están enrojecidas, esponjosas y ligeramente inflamadas. Si no se trata la enfermedad lo antes posible, no cesará de evolucionar hacia circunstancias cada vez peores. De hecho, en algunos casos, la patología ha provocado recesión de la encía, con su consiguiente pérdida de hueso y, finalmente, caída de los dientes.
Además de ser un peligro para las piezas dentales, la enfermedad periodontal afecta a la salud general. La verdad, son muchos los estudios que han relacionado patologías severas con esta afectación – como por ejemplo las enfermedades cardiovasculares –. Investigaciones recientes demuestran que está estrechamente ligada a enfermedades cardíacas, pulmonares, diabetes y otras de carácter sistémico.
A parte de desarrollar enfermedades graves, las encías también pueden suponer un obstáculo para la estética dental. Hay personas que, al sonreír, enseñan demasiado tejido gingival, convirtiendo los dientes en pequeñas piezas que prácticamente no se distinguen. A esto se le llama sonrisa gingival. Este exceso de encías suele deberse a una enfermedad, pero en algunos casos es una cuestión hereditaria. Cuando la causa es una periodontitis, suele producirse un engrosamiento, inflamación y sangrado de la encía, que suele tratarse con un raspado y curetaje. Si no es así y el problema es más bien hereditario, el dentista puede optar por diferentes soluciones y ayudarte a recuperar la estética de la sonrisa. ¿Cuáles son estas soluciones?
Autor del texto: Dr Dario Vieira Pereira
Licenciado en odontología. Se ha especializado con el Máster en Cirugía e implantología por la Universidad de Barcelona, y completó su formación con el Diploma de Estudios Avanzados en la Facultad de Odontología de la misma Universidad. Licenciado en Odontologia 1996-2001 Master de cirugía bucal e implantología bucofacial, Facultad de odontología, Universidad de Barcelona 2001-2004 Diploma de estudios avanzados del Doctorado con clasificación de excelente 2006.