Igual que en otros tejidos conectivos protegidos, la pulpa que está sana, cerrada y de vital importancia resulta estéril. Por lo tanto, la enfermedad pulpar es prácticamente siempre secundaria a otro tipo de infecciones en nuestros dientes, por causas iatrogénicas, o en algunos casos menos comunes, una oclusión traumática.
El origen de esta problemática contrasta con otras infecciones orales muy importantes como la caries dental y la enfermedad periodontal, que están directamente relacionados con la formación de la placa bacteriana en nuestra boca. Debido a esto, aquellos organismos que resultan ser el antecedente directo del proceso de inflamación asociado con la enfermedad pulpar son las bacterias orales endógenas, que tienen acceso a los tejidos conectivos de la pulpa. Esto quiere decir que estas bacterias son las que se presentan normalmente en la cavidad oral.
Este entorno les resulta favorable, y es que les proporciona la nutrición que permite que estos se repliquen. Usualmente, estas bacterias no pueden expresar las propiedades capaces de iniciar la invasión en un ambiente normal, esto es por lo que generalmente se les considera de baja virulencia.
Un aumento de la virulencia generalmente se expresa sólo cuando acceden a los tejidos conectivos, como la pulpa dental. Este tipo de infecciones también se conocen como patógenos oportunistas, y las infecciones que causan son llamadas infecciones oportunistas endógenas.
Entre los factores que afectan a los tipos de bacterias que son aisladas de la infección del conducto radicular se encuentran la vía de infección, el trauma,y la asociación con la enfermedad periodontal.
La invasión de la pulpa como resultado a la extensión de la caries dental resulta una problemática usual, sobre todo el los pacientes más jóvenes. En aquellos pacientes que tengan enfermedad periodontal, los conductos accesorios en las superficies laterales de las piezas dentales podrían llegar a exponerse a los agentes bacterianos de la placa dental.
Estos microorganismos son capaces de multiplicarse en conductos accesorios, causando inflamación y más necrosis. Con el paso del tiempo, estos organismos pasarán a extenderse a fin de infectar la cámara pulpar. Después de la exposición mecánica de un tratamiento de conducto, se indica que un gran número de los organismos son estreptococos, que son los organismo con una mayor prevalencia en la boca. Además, debemos tener en cuenta de que existen más de 400 especies de bacterias en nuestra boca.
Con la combinación correcta de los patógenos periodontales y agentes cariogénicos podría desarrollar la patología conocida como caries radicular, a menudo rápidamente. Las complicaciones de la endodoncia con la caries de raíz incluyen la calcificación en el nivel de la caries, con lo que se produce un bloqueo de acceso en el conducto.
La iniciación del proceso de endodoncia podría desencadenar una exacerbación aguda de una periodontitis apical crónica, con dolor e hinchazón. La pérdida de la vitalidad pulpar permite a las bacterias invasoras que entren en el conducto radicular y desarrollar libremente un abceso periapical.
Autor del texto: Dr Dario Vieira Pereira
Licenciado en odontología. Se ha especializado con el Máster en Cirugía e implantología por la Universidad de Barcelona, y completó su formación con el Diploma de Estudios Avanzados en la Facultad de Odontología de la misma Universidad. Licenciado en Odontologia 1996-2001 Master de cirugía bucal e implantología bucofacial, Facultad de odontología, Universidad de Barcelona 2001-2004 Diploma de estudios avanzados del Doctorado con clasificación de excelente 2006.