Resulta muy probable que a lo largo de nuestra vida todos nos contagiemos o, por lo menos, veamos a alguien que se ha contagiado de un herpes bucal. Esto es debido a la facilidad de su contagio.
El herpes bucal es presentado en el paciente como una especie de rozadura o roncha en la piel. En algunas ocasiones se puede llegar a confundir con un afta, pero deberemos diferenciarlo, y es que el herpes es mucho más problemático que una simple llaga en la boca.
Este es un virus que es contagiado por medio del contacto entre las personas, y pese a que consigamos reducir el efecto en nuestra piel, ya permanecerá de forma latente en el organismo durante el resto de nuestra vida. Es decir, que no existe un tratamiento efectivo que logre eliminarlo de nuestro cuerpo.
Naturalmente, mucha gente habrá imaginado cuál es la forma de contagio más habitual del herpes bucal: El beso. En el momento donde entran en contacto los labios de dos personas, si una de ellas está contagiada por este virus, se lo transmitirá de forma inmediata a la otra. Debemos saber que podemos estar contagiados y no saberlo, ya que puede no haberse presentado todavía en la piel. El periodo de este virus tiene una duración de incubación de entre 7 y 12 días.
En la mayoría de casos nos bastará con emplear una pomada que se haya comprado en una farmacia, que contenga el activo químico de “Aciclovir”. Esta pomada deberá ser colocada de forma directa sobre el herpes bucal, y en poco tiempo éste comenzará a remitir. Para mejorar su curación resultará conveniente evitar humedecerlo con la lengua o los labios, pese a que sintamos la necesidad de esto. Esto es debido a que, cuanto más seco esté el herpes, antes desaparecerá.
Si notamos que el herpes bucal no desaparece pese a emplear la pomada durante un tiempo extenso, deberemos acudir a un especialista a fin de que nos haga un seguido de pruebas, para así que nos asegure que no existe ninguna complicación.
En definitiva, no nos tenemos que asustar si sufrimos un herpes bucal. Lo que deberemos hacer es tratar de encontrar una solución lo más rápido posible, y siempre tratar de mantenerlo seco.
Autor del texto: Dr Dario Vieira Pereira
Licenciado en odontología. Se ha especializado con el Máster en Cirugía e implantología por la Universidad de Barcelona, y completó su formación con el Diploma de Estudios Avanzados en la Facultad de Odontología de la misma Universidad. Licenciado en Odontologia 1996-2001 Master de cirugía bucal e implantología bucofacial, Facultad de odontología, Universidad de Barcelona 2001-2004 Diploma de estudios avanzados del Doctorado con clasificación de excelente 2006.