Prácticamente cualquier tipo de intervención oral tiene que ser realizada aplicando anestesia local; gracias a su acción podremos beneficiarnos de la odontología sin dolor. Hoy vamos a hablar acerca de las posibles complicaciones que ésta puede tener en los tratamientos de odontología. Generalmente, sus efectos secundarios son prácticamente nulos, y no traerán consigo ningún problema subyacente.
Los tratamientos orales suelen requerir de la administración de la anestesia local. Mediante una inyección, esta fórmula causa un bloqueo reversible de los nervios, de forma que se inhibe transitoriamente la sensibilidad, para que así el procedimiento a realizar por el dentista no le cause dolores al paciente.
Los efectos más comunes que presenta la anestesia pasan por una sensación de hormigueo en la cara, pudiendo inclusive llegar a experimentar una paralización temporal de los músculos periorales a los que alcance la anestesia, llegando en ocasiones a causar una pequeña asimetría facial que desaparecerá generalmente en un periodo de entre tres y cuatro horas.
La administración de la anestesia puede causar en el punto de administración una sensación dolorosa, incluso una ulceración de la mucosa. También podemos experimentar lesiones por mordedura en las zonas sin sensibilidad y, con una menor frecuecia, anestesia o parestesias en la zona inervada por lesión del nervio herido durante semanas, limitaciones en el movimiento de la apertura de la boca que podría requerir de tratamiento ultrerior.
En casos menos frecuentes, la anestesia local también puede ocasionar bajadas de tensión pudiendo ocasionar un síncope o fibrilación ventricular, que se deberá tratarse a posteriori. Otros efectos secundarios que podrían llegar a producirse son asma, dermatitis, urticaria o edema angineurótico (asfixia)
Por todo esto, es muy importante que de los antecedentes personales del paciente no se deduzcan posibles alergias al agente anestésico, para así evitar todo este seguido de complicaciones.
Pese a lo aquí expuesto no debemos temer a la anestesia, ya que se registran unos bajos índices de intolerancia a la misma. Gracias a los diferentes tipos de anestesia que encontramos se han producido grandes avances, pudiendo por ejemplo tratar a aquellos pacientes con miedo al dentista utilizando la sedación consciente.
Autor del texto: Dr Dario Vieira Pereira
Licenciado en odontología. Se ha especializado con el Máster en Cirugía e implantología por la Universidad de Barcelona, y completó su formación con el Diploma de Estudios Avanzados en la Facultad de Odontología de la misma Universidad. Licenciado en Odontologia 1996-2001 Master de cirugía bucal e implantología bucofacial, Facultad de odontología, Universidad de Barcelona 2001-2004 Diploma de estudios avanzados del Doctorado con clasificación de excelente 2006.