La vida o la muerte de un diente dependen de la salud de tu pulpa dental. Esta red de nervios, vasos sanguíneos y otros tejidos ocupa la cámara central del diente que se extiende desde la corona hasta las raíces. Tan importante es esta parte de los dientes que incluso existe una rama de la odontología se centra únicamente en ella: la endodoncia.
La pulpa nutre a la dentina de su alrededor a través de unas células especiales llamadas odontoblastos. Son las mismas células que recogen información sensorial cuando el diente sufre una lesión o cuando se daña una parte del diente provocando una lesión.
La pulpa dental puede dañarse de muchas formas. Dos de las más comunes son las caries dentales profundas y la enfermedad periodontal avanzada. La erosión y la abrasión también pueden desgastar las capas más externas del diente haciendo que la pulpa se vuelva más vulnerable. Incluso puede dañarse por descuido durante la preparación del diente para recibir un empaste u otro tipo de restauración. Por último, la pulpa también puede dañarse cuando recibe un golpe que rompe el diente o lo agrieta.
El daño en la pulpa dental se clasifica de dos modos: reversible o irreversible. Sus consecuencias pueden ir desde una ligera sensibilidad dental hasta la muerte del nervio dental o incluso la infección de los tejidos que lo rodean. Los síntomas también varían según la extensión del daño y pueden incluir dolor, fiebre, sensibilidad al frío o al calor, hinchazón, dolor en las encías y grieta o decoloración en el diente.
Hipersensibilidad
Aunque la sensibilidad dental es el sello distintivo de la lesión pulpar, la hipersensibilidad no tiene porqué significar que la pulpa esté dañada. Simplemente, es un signo que muestra que la dentina ha sido expuesta, permitiendo que la sensación de frío, calor o irritación llegue a los nervios del diente.
Si sufres sensibilidad pueden probar con una pasta para dientes sensibles. Su efecto suele tardar unos días en llegar, de modo que debes cepillarte los dientes unas cuantas veces antes de notar los resultados. Por otro lado, los ingredientes cambian en cada marca, de modo que si una no te va bien, puedes probar con otra.
Como alternativa, tu dentista de Propdental puede probar con la aplicación de selladores dentales. Los selladores cubren la dentina expuesta y deberían protegerte contra el dolor. En caso que ninguna alternativa funcione para solventar la hipersensibilidad, la última opción será llevar a cabo un tratamiento endodóntico.
Pulpitis
La pulpitis es un cajón de sastre para todas las posibles inflamaciones de la pulpa dental. Puede que la pulpa se irrite por culpa de la presencia de una caries cerca de la dentina o por enfermedad periodontal. A menudo la pulpitis es reversible. En algunos casos, se forma una capa natural en la dentina para proteger la pulpa de los agentes irritantes y en estos casos el nervio se curará sin necesidad de tratamiento.
En situaciones en que la pulpa no puede curarse por sí sola, la pulpitis se clasifica como irreversible. Normalmente, una infección bacteriana en la pulpa suele matar el nervio. Entonces, la infección se escampa hacia abajo a través del tejido muerto del canal radicular y puede llegar a pasar por los pequeños agujeros que hay en la punta de las raíces, infectando también los tejidos adyacentes.
Entonces, se forma una cavidad en el hueso alveolar que se rellena de pues. Esta bolsa infectada recibe el nombre de absceso dental. La presión del tejido inflamado y el pus hecha al diente hacia arriba. En este punto, el absceso provocar dolor, fiebre, debilidad e hinchazón. El tratamiento endodóntico o la remoción del diente son las dos únicas alternativas para frenar el problema y evitar que la infección alcance otras partes del cuerpo.
Mantener visitas regulares con tu dentista te servirá para evitar que cualquier problema que padezcan tus dientes llegue a tomar estas dimensiones.
Autor del texto: Dr Dario Vieira Pereira
Licenciado en odontología. Se ha especializado con el Máster en Cirugía e implantología por la Universidad de Barcelona, y completó su formación con el Diploma de Estudios Avanzados en la Facultad de Odontología de la misma Universidad. Licenciado en Odontologia 1996-2001 Master de cirugía bucal e implantología bucofacial, Facultad de odontología, Universidad de Barcelona 2001-2004 Diploma de estudios avanzados del Doctorado con clasificación de excelente 2006.