El alisado radicular es un tratamiento mecánico de la superficie de la raíz del diente. El objetivo de este tratamiento consiste en las eliminaciones de los depósitos microbianos (placa bacteriana y sarro) y del tejido radicular (cemento y dentina) destruidas y desmineralizadas para obtener una superficie dura, lisa y por lo tanto biocompatible con la inserción de los tejidos blandos.
El alisado radicular se realiza con curetas. El objetivo de este tratamiento es reducir la convexidad radicular y, por lo tanto, la superficie a ser recubierta por los tejidos blandos además al alisado radicular reduce el número de túbulos dentinarios disponibles para la adhesión del coágulo lo que constituye el primer paso de la curación de la herida periodontal. El alisado radicular nunca se deberá hacer de forma agresiva.
El alisado radicular asociado a la cirugía mucogingival puede realizarse antes de la cirugía (alisado pre-quirúrgico) o después de la elevación de un colgajo (alisado abierto). Ambos presentan ventajas y desventajas.
Las ventajas del alisado pre-quirúrgico son la preservación de la integridad del cemento en la zona de inserción clínica y la capacidad de trabajar en un ambiente libre de sangrado.
Las ventajas del alisado radicular abierto están relacionados con la facilidad de ejecución, porque los tejidos blandos han diso separados y se encuentran lejos de un posible daño, y la posibilidad de un alisado completo de la raíz en las zonas donde la inserción clínica se ha perdido. La desventaja está representada por la posibilidad de alisar una zona de cemento radicular sano, caracterizado por la integridad del cemento radicular con inserción de fibras, especialmente tejido conectivo en una zona de dehiscencia ósea.
Las desventajas están relacionadas con el trauma de los tejidos blandos (curetaje involuntario), especialmente en el caso de los sondajes vestibulares asociados a recesiones gingivales y se añade el riesgo de no alisar adecuadamente la porción de la superficie radicular correspondiente al sondaje vestibular. En tal caso, sería una porción de raíz infectada, reblandecida y destruida, lo que podría poner en peligro el resultado de la cirugía de recubrimiento radicular e incluso ser responsable del futuro aumento de profundidad de sondaje.
El alisado pre-quirúrgico se recomienda en casos de recesión gingival asociada a surcos poco profundos, con una gruesa banda de tejido queratinizado apical a la exposición radicular. La superficie a alisar es la que se corresponde con la pérdida de inserción clínica, medida antes de la anestesia.
El alisado pre-quirúrgico está indicado cuando el tejido blando que queda apical a la exposición radicular no se emplea para las técnicas de recubrimiento radicular (colgajo de reposición lateral-técnica en dos fases). Asimismo, estará indicado incluso cuando no exista tejido queratinizado apical a la recesión.
El alisado intraoperatorio está indicado en todas las situaciones clínicas distintas a las anteriormente descritas. Se realizarán después de la valoración de la medida (o medición) de la pérdida de inserción clínica (CAL) realizada antes de la anestesia y con el colgajo levantado. Las zonas de dehiscencia anatómica ósea no se deben alisar.
Este tratamiento estará siempre indicado en casos de recesión gingival asociada a caries dental y desmineralización de la superficie radicular.
Autor del texto: Dr Dario Vieira Pereira
Licenciado en odontología. Se ha especializado con el Máster en Cirugía e implantología por la Universidad de Barcelona, y completó su formación con el Diploma de Estudios Avanzados en la Facultad de Odontología de la misma Universidad. Licenciado en Odontologia 1996-2001 Master de cirugía bucal e implantología bucofacial, Facultad de odontología, Universidad de Barcelona 2001-2004 Diploma de estudios avanzados del Doctorado con clasificación de excelente 2006.