Ver la televisión, navegar por internet, chatear con los amigos… Son por norma general alguno de los “hobbies” que más se repiten, y que, dicho sea de paso, nos quitan más tiempo a muchos de nosotros. ¿Cómo se quedarían los lectores de Propdental si decimos que con 30 minutos a la semana tenemos tiempo suficiente para cuidar adecuadamente la sonrisa? 30 minutos es algo menos de lo que dura un capítulo de Juego de Tronos, y admitámoslo, aunque no sea tan entretenido como ver a Khaalesi luchar por conseguir el Trono de Hierro, de buen seguro nos reportará muchos más beneficios a la larga.
Dedicar un espacio insuficiente al cuidado dental prácticamente es una constante en nuestra sociedad. La rapidez, el cansancio, el estrés, la ansiedad… Este tipo de rutinas terminan por dejar en un segundo plano los hábitos correctos de salud oral, y son importantísimos a fin de evitar enfermedades tanto dentales como generales. Necesitaremos una media de 4 minutos al día aproximadamente para cuidar de nuestra sonrisa, lo que se traduce en unos 30 minutos a la semana. Cuidar la sonrisa no debe suponernos un sacrificio, sino una responsabilidad para no tener que sufrir dolores de muelas y complicados tratamientos en un futuro.
¿Cómo deben ser distribuidos estos 30 minutos semanales?
En las Clínicas Propdental proponemos un seguido de pautas que si son realizadas de forma constante y minuciosa, nos ayudarán a mantener una sonrisa sana y bonita. Deberemos cepillarnos los dientes como mínimo, dos veces al día. Será ideal que dividamos nuestra boca en cuadrantes, y por lo menos nos pasemos 30 segundos cepillando cada uno de ellos. Será importante que no descuidemos tanto el interior como las superficies de masticación de los dientes.
No hacerlo hará que con toda probabilidad sigan quedando restos de comida localizados en puntos de la boca en los que no nos habremos enfatizado lo suficiente, por lo que podría llegar a acumularse sarro y causar una caries dental.
Siempre será recomendable que esperemos aproximadamente 20 minutos después de comer para realizar la rutina de higiene oral. De este modo, evitaremos que se propaguen los ácidos alrededor de la boca, lo que podría ocasionarnos serios problemas de erosión dental a la larga.
Existen diferentes estudios que han probado que sólo hace falta que nos saltemos una sesión de cepillado dental para presentar ya un riesgo incrementado en un 70% para contraer enfermedades orales.
Si no sabes qué tipo de cepillo es el adecuado para ti, será recomendable que le preguntes directamente a tu dentista de confianza de Propdental. Él sabrá guiarte y aconsejarte acerca del tipo de cepillo que más te conviene, y de paso, darte unos trucos que hagan tu cepillado más efectivo. Si tienes los dientes grandes, será recomendable que seleccionemos un cepillo que tenga la cabeza completa. Si por lo contrario tus dientes son más pequeños, deberemos usar un cepillo de tamaño menor. Los niños, por otra parte, tienen a su disposición cepillos dentales específicos para ellos.
¿Encías sensibles? ¿Tipos de sabores? En el mercado encontramos decenas de pastas dentífricas que buscan responder a todas las necesidades específicas de los pacientes.
Tenemos que hacer un esfuerzo para usar el hilo dental como mínimo una vez al día, ya que sus beneficios son altamente recomendables. La rutina del hilo dental es necesaria para tener un cuidado óptimo de los dientes.
Los enjuagues bucales están específicamente diseñados para eliminar los restos de bacterias y de comida que se quedan en la boca después de cepillarnos los dientes. Es un método para redondear nuestra higiene oral que está indicado tanto en adolescentes como en adultos.
Un cepillo dental no es como un implante dental, es decir, que no es para toda la vida. En el momento en el que las cerdas del cepillo se abocinan y se sueltan, el cepillo pierde una enorme parte de su eficacia. La vida media de un cepillo son tres meses, pero deberemos hacer una revisión mensual a nuestro cepillo a fin de comprobar que todo sigue en orden.
Pese a que no es la panacea, algunos estudios científicos demuestran que usar un cepillo eléctrico aportan algunos resultados superiores a los manuales, pese que un cepillo corriente es perfectamente válido. Este siempre deberá tener las cerdas lo más suaves posibles, y deberemos hacer especial énfasis en la técnica de cepillado para asegurarnos de eliminar restos de placa. Una de las partes buenas con la que sí cuenta el cepillo eléctrico es que no tenemos que temer por traumatizar nuestro tejido gingival por su culpa, ya que este no permite que esto ocurra gracias al propio sistema de fregado.
Como vemos, los consejos que os damos son sencillos y rápidos de seguir, prácticamente todos están relacionados con el apartado de la prevención ya que, sin exagerar, es la parte más importante de la odontología. Gracias a prevenir enfermedades como la caries y conseguir frenarlas en estadios tempranos, logramos dar esquinazo a patologías graves como una caries profunda o una pérdida dental, con todo lo que esto conlleva.
A fin de asegurarnos de que nuestra boca siempre se encuentra en buen estado, deberemos acudir a nuestro dentista de confianza como mínimo una vez cada seis meses. De este modo, no sólo podremos someternos a una limpieza dental profesional para eliminar los restos de placa y sarro que nosotros mismos no podemos eliminar con el cepillo, el hilo dental y el colutorio, sino que también conseguimos que gracias a una valoración del estado de salud oral y la detección precoz de posibles patologías, sepamos que con toda probabilidad, nunca tendremos que someternos a las técnicas de restauración dental, no por lo menos por causas patológicas.
¿Y tú, ya conoces todos los beneficios de cuidar tu sonrisa? Si quieres saber más acude a las Clínicas Propdental, y deja que seamos nosotros los que te devolvamos la mejor de tus sonrisas.
Autor del texto: Dr Dario Vieira Pereira
Licenciado en odontología. Se ha especializado con el Máster en Cirugía e implantología por la Universidad de Barcelona, y completó su formación con el Diploma de Estudios Avanzados en la Facultad de Odontología de la misma Universidad. Licenciado en Odontologia 1996-2001 Master de cirugía bucal e implantología bucofacial, Facultad de odontología, Universidad de Barcelona 2001-2004 Diploma de estudios avanzados del Doctorado con clasificación de excelente 2006.