El tratamiento de radioterapia contra el cáncer de cabeza y cuello u de orofaringe tiene afectaciones en nuestra salud buco-dental.
En este artículo te explicamos las diferentes afectaciones posibles de la radioterapia en cabeza y cuello y cómo se puede actuar ante ellas para preservar tu salud oral.
Las principales complicaciones orales de la radioterapia son: Mucositis, Xerostomia e infecciones, Pérdida de sabor, Caries e hipersensibilidad dental, Trismus, Necrosis de los tejidos blandos.
A continuación te explicamos todo sobre el tratamiento dental necesario para evitar las complicaciones orales que la radioterapia puede tener en tu boca y dientes.
La radioterapia o terapia de radiación es el tratamiento del cáncer en el que se emplea la radiación para destruir y reducir tumores así como células cancerosas.
La forma más común de radioterapia es con haces externos, es decir, la radiación se aplicará mediante unos haces externos al cuerpo, sobre la zona concreta a tratar.Este tipo de radioterapia reduce los efectos secundarios y permite actuar sobre el tumor de forma precisa, preservado tejidos sanos a la exposición.
El tratamiento de radioterapia se empleará generalmente para:
El papel del dentista en al planificar el tratamiento dental en pacientes radioterapia va encaminado a evitar que la cavidad oral sea una fuente de complicaciones añadidas al problema tumoral.
Durante el tratamiento de radioterapia la producción salival puede disminuir hasta un 97%.
La recuperación de unos valores normales en la producción salival podrá demorarse hasta más de dos años tras haber finalizado el tratamiento oncológico.
La hiposialia es la disminución de la producción salival y podrá ser transitoria o definitiva.
La disminución en la producción salival conllevará una xerostomía que podrá originar en el paciente de radioterapia:
Primero de todo: Se deberá extremar la higiene dental.
Se deberán tener unos correctos hábitos de higiene dental en casa, es decir, cepillar correctamente los dientes y encías después de cada comida durante tres minutos.
Se utilizarán la seda dental o el hilo, un irrigador bucal, los cepillos interdentales,… Tras el cepillado y asimismo, un enjuague adecuado.
Para tratar los efectos de la xerostomía se podrán utilizar productos como dentífricos y enjuagues específicos.
Asimismo, se recomendará:
Se podrán utilizar productos humectantes, como la salival artificial.
Se realizarán también revisiones periódicas con un dentista para controlar la salud oral.
La afectación de la mucosa oral por el tratamiento ondológico podrá provocar una desepitelización y/o atrofia de las papilas gustativas linguales y gustativas y ello provocará una disgeusia o una hipogeusia.
En algunos casos la alteración del gusto podrá ser total.
La persona en tratamiento pierde el apetito por la falta de gusto y ello puede comportar un problema para su estado de salud, debilitándose peligrosamente.
Poco podemos hacer ante este efecto de la radioterapia en el tratamiento del cáncer de cuello o cabeza, pero hemos de tener en cuenta, que el sentido del gusto se recuperará progresivamente al finalizar el tratamiento de radioterapia.
El paciente de radioterapia, aunque no perciba los gustos de los alimentos correctamente o estos estén alterados, no deberá dejar de comer ya que ello agravará su estado de salud.
La mucositis está casi siempre en forma inevitable unida a la utilización de la radioterapia, siempre y cuando el area oral sea irradiada.
El grado de mucositis depende del tipo de radiación, dosis y duración del tratamiento. La reacción inicial es un eritema, seguido por una descamación y un considerable disconfort.
La disfagia (dolor oral que se produce al comer) y la inflamación comienzan unas 2-4 semanas después de la radioterapia.
La mucositis es una inflamación recurrente de la mucosa oral. Puede derivar en un proceso infeccioso.
Inicialmente esta se presenta como un enrojecimiento de la mucosa oral que origina ciertas molestias o dolores leves.
Con un aumento de la radiación o tiempo de este tratamiento, la mucosa presentará pequeñas lesiones o heridas (aftas), muy dolorosas y que pueden precisar de tratamiento médico.
Al finalizar el tratamiento de radioterapia, estas lesiones y la mucositis, remiten por completo.
La respuesta de la mucosa oral ante la radiación podrá depender de varios factores, como son:
Si presentas una mucositis debes mantener una cuidada higiene buco-dental.
Cepilla tus dientes tras cada comida durante tres minutos.
Tras el cepillado puedes enjuagarte con Clorhexidina al 0.12% (tres veces al día durante un máximo de quince días).
Realizar revisiones periódicas en la consulta dental también será preciso, para controlar la salud oral y dental.
Se podrán prescribir si proceden ciertos fármacos para tratar las aftas o lesiones en la mucosa oral.
La radioterapia afecta a las glándulas salivales y deprime la secreción salival.
La presencia de la xerostomia predispone a la infección, sobre todo de enfermedad periodontal, caries dental, candidiasis oral y sialoadenitis ascendente aguda.
La pérdida de sabor y cambios en su percepción, son problemas comunes cuando se utiliza la radioterapia.
Los pacientes frecuentemente toman una dieta más suave y más cariogénica, por la sequedad, inflamación y perdida del sabor.
Produciéndose un cambio en la flora oral que se vuelve más cariogénica.
La radioterapia puede dañar directamente al diente, que se vuelve hipersensible haciendo difícil la higiene dental.
Estos factores combinados son la causa de una masiva presencia de caries a todos los niveles dentarios, sobre todo a nivel cervical e incisal que normalmente están libres de caries.
Es mejor no realizar extracciones, retener en lo posible los dientes, con lo cual evitamos la osteorradionecrosis. Estos dientes pueden incluso caerse solos o ser fácilmente extraídos.
Esta es la incapacidad de abrir la boca correctamente. Es otra complicación que puede aparecer tras la radioterapia.
Se produce como resultado de alteraciones fibróticas en los músculos responsables de la masticación y de la ATM o articulación temporo-mandibular.
En algunas ocasiones cuando la radioterapia afecta a la región de la ATM (tanto a la articulación como a los músculos), puede aparecer un trismus en forma secundaria a una fibrosis.
Esta fibrosis es debida a la progresiva degeneración que afecta a los tejidos, por una disminución del aporte sanguíneo.
La fibrosis comienza unos 3-6 meses despúes de la radioterapia y puede causar una permanente limitación de la apertura.
El trismo combinado con una hiposalivación puede afectar de forma muy importante a la higiene oral, es decir, a poder mantener un correcto cepillado dental y puede aumentar exponencialmente el riesgo de padecer caries.
Asimismo, la alimentación se verá afectada por no poder abrir correctamente la boca.
Se podrán realizar ciertos ejercicios de fisioterapia para prevenir y tratar el trismo.
Ulceras que no curan en forma secundaria a tejidos necrosados, pueden aparecer como una manifestación de la radiación, inducida por la reducción del aporte sanguíneo.
Estamos ante la osteonecrosis maxilar y esta patología puede ser un efecto secundario más de la radioterapia.
La osteonecrosis está provocada por la muerte de las células óseas originada por una diminución de aporte sanguíneo.
Su síntoma principal es el dolor en el maxilar y puede provocar la fractura ósea o hundimiento del hueso.
Esta puede aparecer asimismo por un proceso infeccioso dental no tratado correctamente.
El hueso afectado se deberá tratar normalmente mediante cirugía y esta se llevará a cabo al finalizar el tratamiento oncológico.
Podemos tratar de prevenir este efecto secundario realizando una revisión con nuestro dentista antes de iniciar el tratamiento de radioterapia, y realizando asimismo los tratamientos dentales que se precisen.
Una correcta salud dental y oral antes de iniciar un tratamiento con radioterapia será calve para evitar efectos secundarios.
Antes del tratamiento oncológico deberíamos:
La prevención como siempre, será el mejor de los tratamientos.
Durante el tratamiento de radioterapia deberemos tener cuidado con nuestra higiene, realizar revisiones periódicas en la consulta dental, llevar una correcta alimentación,…
El tratamiento dental debe de iniciarse antes de la radioterapia, pero bajo ciertas circustancias este tratamiento no es posible, como es el caso de pacientes con un tumor muy rápido en su crecimiento, los cuales requieren una radioterapia urgente.
El dentista debe de realizar esfuerzos para intentar hacer aunque sea un mínimo tratamiento dental antes de recibir la radioterapia para reponer la salud bucal.
En aquellos pacientes con una salud oral aceptable y buena dentición, no es de esperar complicaciones orales, y si aparecen serían mínimas.
Algunos pacientes pueden rehusar la radioterapia antes de perder sus dientes, y condenamos al paciente a ser un inválido, ya que realizar una prótesis durante o después de la radioterapia, no es muy buena idea por los efectos directos que la radioterapia tiene sobre la mucosa oral que va a soportar la dentadura.
Sin embargo, los pacientes con dientes cariados, patologías óseas derivadas de necrosis pulpares, restos radiculares y sin perpectivas de mejorar su actitud ante su boca, se debe de evaluar seriamente la posibilidad de realizar una limpieza dental total.
Ningún hueso de las extracciones debe estar expuesto y la cicatrización debe ser completa antes de empezar la radioterapia, ya que el aporte sanguíneo se va disminuido con la radioterapia. Se considera adecuado un intervalo entre 2-3 semanas después de la extracción dental para empezar la radioterapia.
Si se dejan dientes, aparte de una correcta higiene, la utilización de enjuagues tipo clorhexidina, favorece la disminución de gérmenes a nivel oral, y por tanto de infecciones secundarias.
La presencia de las mucositis puede mejorar utilizando enjuagues de suero salino ligeramente
caliente.
En caso de alteraciones en la cantidad de saliva se puede utilizar como sustitutivo la carboximetilcelulosa.
El trismus puede disminuir con la realización de ejercicios progresivos de apertura, utilizando depresores linguales o pinzas, tres veces al día.
En caso de infección fúngica o también en forma profiláctica, se pueden utilizar enjuagues o pastillas de nistatina 4 veces al día.
Los procedimientos dentales, en forma general, y los quirúrgicos en particular, deben de ser evitados y diferidos todo lo posible. La combinación de cirugía y radioterapia, aumenta en gran medida el riesgo de una osteorradionecrosis.
Hay que continuar con la aplicación de geles de flúor, que ya se debió de iniciar durante la radioterapia, y antes de ésta.
Las medidas higiénicas deben de continuar, así como el tratamiento de la mucositis si ésta sigue presente.
Las extracciones dentales pueden precipitar una osteomielitis en el maxilar irradiado, pero si la extracción hay que realizarla, el trauma debe de ser minimizado, preservar el periostio lo máximo posible y asegurarse de que los bordes cortantes del hueso alveolar son extraídos.
Se debe realizar una sutura cuidadosa, con tratamiento antibiótico en forma profiláctica y continuar al menos durante 4 semanas.
En caso de tomar la decisión de no realizar extracciones en esta fase, se debe controlar toda posible infección con antimicrobianos.
Hay que tener mucho cuidado en la dieta de estos pacientes evitando en lo posible los azúcares, por el peligro de desarrollar caries.
En caso de necesidad de restauración protésica, ésta debe de ser retrasada en lo posible, hasta 6 meses, con la intención de disminuir el trauma sobre una mucosa inflamada por la radioterapia, ya que un trauma puede ulcerar la mucosa, producir una infección y una osteomielitis.
La xerostomía puede ser tratada. No existe un tratamiento específico. Los pacientes suelen mejorar su sequedad oral con múltiples tomas de agua, o bien utilizando sustitutivos de la saliva.
La utilización de colutorios, como clorhexidina al 0,2% ayudará al control de los procesos periodontales y otras infecciones.
Es frecuente que sobre la base de una xerostomía aparezca una mucosa oral inflamada y rojiza. Esto es típico de un proceso en el cual se encuentra involucrada la Candida albicans, a menudo en asociación a una estomatitis angular. Se deberá realizar un tratamiento antifungico, así como enjuagues con nistatina.
Si están luchando contra un cáncer y estás en tratamiento de radioterapia de cabeza y/o cuello, realiza una visita con un profesional para que controle tu salud oral.
Desde nuestras clínicas dentales Propdental te mandamos mucha fuerza y quedamos a tu disposición.
Nos puedes encontrar en Barcelona, Madrid y Badalona.
Autor del texto: Silvia Pérez Garcia
Tesis Doctoral en la Facultad de Odontología de la Universidad de Murcia bajo la dirección de los Dres. Jordi Gargallo Albiol, Pia López Jornet y Juan Antonio Ruiz Roca. Postgrado de Odontología Legal y Forense. 2011-2012 Centro: Facultat d’Odontologia de la Universitat de Barcelona. Diploma de Estudios Avanzados (DEA). Programa de Doctorado: Técnicas Clínicas en Odontoestomatología. Fecha: 4 Octubre de 2007. Màster de Cirurgia i Implantologia Bucal. Centro: Facultat d’Odontologia de la Universitat de Barcelona. Fecha: 1999-2002. Curso: Odontología Título: Licenciada en Odontología. Centro: Facultat d’Odontologia de la Universitat de Barcelona. Fecha: 1994-1999.