Resulta muy comprometido el enumerar posibles contraindicaciones de la extracción dental, ya que pueden ser relativas o absolutas bajo la influencia de múltiples factores. No obstante, es evidente que la extracción dental tiene pocas contraindicaciones que hagan tener que esperar para quitar un diente. Mientras tanto, se puede mantener sin molestias con la medicación que sea pertinente: analgésicos, antibióticos, etc.
Las contraindicaciones de las extracciones dentales, pueden ser locales o sistémicas. Sin embargo, cada vez son menos las contraindicaciones debido a los avances de la odontología, la protección antibiótica, las técnicas anestésicas actuales.
Aún así, existen situaciones locales o generales que la contraindican y que hacen aconsejable el retraso en la extracción hasta que estas se normalicen o estén controladas.
Entre las situaciones de carácter local, se pueden referir al propio diente o los tejidos subyacentes.
En las infecciones agudas como pueden ser la periodontitis, abscesos o celulitis, mediante la protección antibiótica y técnicas de anestesia a distancia del proceso infeccioso, es posible realizar las extracciones sin necesidad de posponer la visita.
Si embargo, las condiciones psicofísicas del paciente o las dificultades técnicas de la Exodoncia pueden aconsejar diferir la visita hasta que el tratamiento antibiótico o el drenaje de la infección creen unas condiciones más favorables.
Es aconsejable diferir la extracción de la muela del juicio cuando exista una pericoronaritis aguda, un absceso o una celulitis producida por él.
Es preciso conseguir un ‘enfriamiento’ del proceso con la medicación antibiótica pertinente antes de la exodoncia, debido a la flora bacteriana existente, las relaciones anatómicas con planos aponeuróticos, las inserciones musculares, los espacios celulares y el nervio trigémino que se localizan en la vecindad.
Las estomatitis aguda ulceronecrótica y las gingivoestomatitis herpéticas son contraindicaciones de la extracción dental hasta que se hayan minimizado las manifestaciones clínicas mediante el tratamiento médico indicado.
Los dientes relacionados con un tumor maligno deben ser eliminados en bloque junto a la masa tumoral. Cuando la zona vaya a ser irradiada se tendrán en cuenta los periodos de relativa seguridad que están recomendados.
Entre las contraindicaciones relativas de causa general se incluyen todas aquellas alteraciones sistémicas que requieren un control por parte del médico de cabecera o especialista.
Como el caso de pacientes especiales como diabéticos, hipertensos, hepáticos, renales, hipertiroideos, enfermos cardíacos etc. Se requerirá un diagnóstico preciso y se retrasará la intervención hasta que las constantes estén normales.
Muchas veces es necesario realizar una interconsulta con el médico de cabecera o que te lleva tu enfermedad, con el fin de que el dentista pueda conocer tu estado de salud general y poder tomar las medidas pertinentes durante los tratamientos.
Hay varios casos en que no es aconsejable hacer la extracción y debes esperar. Estas son:
Existencia de infección aguda en el diente a extraer.
En estos casos es difícil dar una norma general, ya que en estos procesos infecciosos odontogénicos intervienen factores locales (estado del diente, grado de infección, etc.) y factores generales (estado del paciente, existencia de posibles trastornos inmunitarios, etc.
Todo ello nos obliga a estudiar cada caso de forma particular para decidir la postura a adoptar. Ante la disyuntiva de proceder a la extracción de un diente implantado en un cuadro infeccioso agudo pueden adoptarse posturas extremas o inclinarse por una actitud más flexible. Así, podemos decidir ser:
Estas actitudes están apoyadas por diferentes escuelas y especialistas, con argumentos como el esgrimido por Gibaud: “No es a causa de la extracción, sino a pesar de ella, porque fue realizada demasiado tarde, que un proceso dentario ha podido tener graves consecuencias”. A esto Axhausen opone su criterio de que la extracción del diennte en terreno piógeno, en principio, no debe hacerse.
A pesar de todo, los posibles riesgos se ven compensados ante la eventualidad de que la abstención en la exodoncia agrave más el cuadro clínico. Aumente las algias y se vea comprometido su estado general.
Así pues, en los casos graves deberemos actuar de forma radical, ya que podemos dominar casi todos los problemas con las terapéuticas farmacológicas usadas con criterio científico.
Desde la introducción de los modernos antibióticos no se suele considerar que las infecciones agudas de origen odontogénico sean contraindicaciones francas para la extracción.
Es decir, que se debe dar primeramente el antibiótico para reducir la infección durante unos días, para poder extraer mas adelante sin dolor.
No se recomienda la extracción de un diente incluido en una neoplasia, puesto que puede alterar la zona del tumor primario, exacerbar su desarrollo, facilitar su diseminación, y además la herida local no curará.
Se efectuará la exodoncia, si es pertinente, al hacer la exéresis de la tumoración. A efectos prácticos, el riesgo de una hemorragia es realmente muy importante.
Esta entidad nosológica representa un mal terreno para cualquier intervención quirúrgica: la virulencia de los microorganismos se exacerba y aparecen lesiones necróticas y propagación de la infección. Si no existe una necesidad urgente, debe tratarse la gingivo – estomatitis antes de la cirugía. Otra infección bucal aguda a tener en cuenta es la gíngivo – estomatitis herpética.
Los pacientes que han sido sometidos a tratamientos con radiaciones ionizantes o de altas energías por padecer enfermedades malignas de la región de la cabeza y cuello, no son tributarios de ser sometidos a una exodoncia, ya que ésta puede acarrear con alta probabilidad la aparición de una osteorradionecrosis. Diferenciamos la extracción como mínimo un año.
En casos excepcionales, podría aceptarse esta u otra maniobra quirúrgica sobre los huesos maxilares. Pero siguiendo unas pautas o protocolos muy rígidos, que serán estudiados en otro artículo.
De esta manera, esta contraindicación de la exodoncia no es absoluta, y se aplicará tanto a los pacientes que se encuentran recibiendo radiaciones del territorio cervicofacial.
Existen numerosos cuadros patológicos de afectación de aparatos y sistemas que pueden contraindicar la exodoncia como cualquier otra intervención quirúrgica: estos estados son del dominio del médico generalista o de los diferentes especialistas
Todo estado de inmunodeficiencia debe valorarse con precaución. Así, por ejemplo, la diabetes y otros procesos que se englobarían genéricamente como nefropatías, hepatopías, etc.
En el caso del paciente diabético, nos deberemos interesar por el tipo de terapéutica que realiza, si últimamente está compensado, si las pautas del tratamiento son correctas, si ha tomado la medicación aquel día, que haya comido como siempre, que venga acompañado, etc.
En todos los casos prescribiremos una protección antibiótica, explicando al paciente de forma detallada todas las medidas habituales que se deberán realizar durante el postoperatorio. En este tipo de enfermo, la única complicación grave que debe prevenirse es la posibilidad de que presente una hipoglucemia.
En los otros casos de inmunidad deprimida, nuestra postura debe ser parecida, pero siempre contando con la opinión del ,médico especialista que controle al paciente (informe escrito).
Así, por ejemplo, dentro del contexto de una nefropatía, no es lo mismo que el paciente presente una insuficiencia renal grave y que por lo tanto se encuentre sometido a diálisis, a que padezca una litiasis renal que, en principio, no debería inducir a ningún tipo de complicación.
En el caso del paciente que sigue un programa de diálisis, pueden existir problemas de hemostasia (en ocasiones importantes), propensión a la infección, que sea un posible portador de virus de las hepatitis B o C, etc; esto aconseja que la pauta antibiótica y otras medidas a realizar sean controladas por el médico.
Existen casos de verdaderos trastornos graves de la inmunidad (leucemia agrulocitosis, SIDA, pacientes en tratamiento con quimioterapia antitumoral, etc.
En los cuales se debe conocerse en qué fase se encuentra, cosa que sí lo puede decir el especialista en oncología; de cuerdo con éste, se decidirá la conveniencia de efectuar la exodoncia, aunque claro está, siempre hay que tener en cuenta la posibilidad de adoptar algún tratamiento odontológico conservador.
Si hablamos de las cardiopatías, en primer lugar tenemos que recordar que los valvulópatas y los pacientes con otros tipos de patología cardíaca deben ser tributarios de profilaxis antibiótica de la endocarditis bacteriana que la bacteriemia de la manipulación quirúrgica puede inducir.
Los pacientes que han padecido un infarto de miocardio deben ser tratados con precaución y en principio la exodoncia (al igual que cualquier manipulación dolorosa) debe estar proscrita durante los 3 a 6 meses siguientes al ataque cardíaco, que generalmente habrá sido motivo de ingreso hospitalario.
A los pacientes que han sufrido un infarto de miocardio antiguo es conveniente remitirlos a su cardiólogo con el fin de tener una opinión actualizada del especialista.
Para minimizar posibles problemas, se recomienda usar anestésicos sin vasoconstrictores (epinefrina, etc) y administrar fármacos (si es preciso) para eliminar cualquier situación de ansiedad. Los enfermos con trastornos del ritmo cardíaco presentan una problemática parecida a los que han sufrido un infarto.
Otro grupo de pacientes de riesgo son los afectados por trastornos de la hemostasia, en los cuales hay que distinguir distintos procesos o entidades de mayor o menor gravedad, pero todos ellos deben estar bajo control del hematólogo.
Existen casos en principio “no graves”, como los pacientes que reciben tratamientos anticoagulantes (por ejemplo dicumaníricos como el Sintrom) que pueden ser sometidos a intervenciones de cirugía oral como la exodoncia.
Abiertamente no, no obstante, en algunas circunstancias o estados de salud por ejemplo y por motivos alíenos al estado dental, la extracción de un diente o de un fragmento dental podrá ser retrasada temporalmente. Ello será así para poder tener unas condiciones óptimas de seguridad al realizar el tratamiento. Estas situaciones especiales que podrán retrasar una extracción dental podrán ser:
Como ya te hemos explicado, una extracción dental parta que tenga éxito y sea segura deberá contar con una correcta planificación y en ella, asimismo, se deberán contemplar estas situaciones si las hubiera.
Si presentas alguna de estas contraindicaciones puedes consultar con los dentistas de Clínicas Propdental en Barcelona y Madrid, para que te asesoremos en como actuar de manera a que no tengas ningún tipo de complicación o en cualquier caso menos riesgo en este tratamiento dental.
Autor del texto: Silvia Pérez Garcia
Tesis Doctoral en la Facultad de Odontología de la Universidad de Murcia bajo la dirección de los Dres. Jordi Gargallo Albiol, Pia López Jornet y Juan Antonio Ruiz Roca. Postgrado de Odontología Legal y Forense. 2011-2012 Centro: Facultat d’Odontologia de la Universitat de Barcelona. Diploma de Estudios Avanzados (DEA). Programa de Doctorado: Técnicas Clínicas en Odontoestomatología. Fecha: 4 Octubre de 2007. Màster de Cirurgia i Implantologia Bucal. Centro: Facultat d’Odontologia de la Universitat de Barcelona. Fecha: 1999-2002. Curso: Odontología Título: Licenciada en Odontología. Centro: Facultat d’Odontologia de la Universitat de Barcelona. Fecha: 1994-1999.