Encontramos diferentes hábitos capaces de dañar tus dientes, incluso aquellos que llevas a cabo siempre con la mejor intención. Si sigues leyendo, te darás cuenta de que muchas acciones de las que creías inocuas pueden hacer sufrir a tu dentición.
Comencemos la lista de hábitos que pueden ser dañinos para tus dientes incluso aunque no lo creas:
Debes darle un tiempo a tus dientes, ya que si optas por el cepillado dental inmediatamente después de consumir estos productos, estarás causando daño en el esmalte, ya que este se encuentra debilitado por el ácido. Como mínimo deberías esperar media hora para cepillarlos, y hacerlo de forma suave, procurando no traumatizar ningún tejido oral.
Algunas personas creen que para eliminar correctamente las bacterias, deben hacer especial ahínco en la frotación del cepillo en sus dientes, pero nada más lejos de la realidad; esto provoca daños en el esmalte y recesión gingival. Cepillarte los dientes de forma cuidadosa con movimientos circulares es la mejor técnica que encontrarás.
Pese a que esto pueda no ocurrir con demasiada frecuencia, también deberá ser evitado. Cuando terminamos la rutina de higiene oral eliminamos toda la secreción salival que se encarga de protegernos de los ácidos de la boca, por lo que quedamos indefensos.
Si bien no tenemos que preocuparnos si nos descubrimos haciéndolo en algún caso puntual, en el momento en el que esta práctica tiende a volverse un hábito ya sí que encontramos en una tesitura grave. Este problema se llama bruxismo, y puede llegar a dañar la dentición de forma muy seria, causando rotura en el esmalte. Especialmente por la noche, por lo que requiere tratamiento para frenar las consecuencias (por medio de esta técnica), además de buscar el adecuado tratamiento psicológico para reducirlo.
Encontramos más de 400 fármacos que pueden llegar a comportar el Síndrome de la Boca Seca. Al padecer la falta de humedad en la cavidad oral, la dentición se vuelve más vulnerable a la caries y a la enfermedad de las encías. Naturalmente no podemos dejar de tomar la medicación que necesitamos, pero sí que tendremos que hacer algo para que nuestra secreción salival aumente.
En el caso de que los ácidos del estómago lleguen a nuestra cavidad oral, éstos pueden hacer auténticos destrozos en nuestra dentición. Suele encontrarse este tipo de problemática en pacientes con problemas gástricos.
Al igual que en el punto anterior, también encontramos problemas graves a causa de este supuesto, pero éste es debido a otra causa. Si padeces un desorden alimenticio, estás en medio e un embarazo o padeces una enfermedad, motivo por el cual tiendes a vomitar con frecuencia, no debes cepillarte los dientes justo después de vomitar, ya que causarás el efecto contrario al deseado restregando el ácido por todo el esmalte, lo que podría llegar a desgastarlo rápidamente. En estos casos, lo ideal es que realicemos un enjuague con agua y que esperemos unos 30 minutos para cepillarlos.
El cloro del agua de las piscinas y los químicos que se deben echar para que el agua se mantenga en buen estado pueden llegar a ser corrosivos en caso de que entren en contacto permanente con nuestra dentición. No hay duda de que este es un riesgo mínimo, pero sí que será importante que evitemos ingerir o mantener agua de la piscina en la boca con frecuencia para prevenir los problemas derivados de esto.
¿Tienes más dudas acerca de los hábitos que dañan tus dientes? En ese caso sólo tendrás que acudir a tu dentista de Propdental, en cualquiera de sus clínicas de Barcelona. Es muy importante que tengamos en cuenta que una buena rutina de higiene oral sumada a una visita al dentista de forma semestral hará que podamos sonreír, comer y hablar sin temor a que tengamos ningún problema en nuestra boca en mucho, mucho tiempo. ¿Y tú, tienes algún problema que te gustaría solventar? Entonces acude a las Clínicas Propdental, volverás a sonreír!
Autor del texto: Dr Dario Vieira Pereira
Licenciado en odontología. Se ha especializado con el Máster en Cirugía e implantología por la Universidad de Barcelona, y completó su formación con el Diploma de Estudios Avanzados en la Facultad de Odontología de la misma Universidad. Licenciado en Odontologia 1996-2001 Master de cirugía bucal e implantología bucofacial, Facultad de odontología, Universidad de Barcelona 2001-2004 Diploma de estudios avanzados del Doctorado con clasificación de excelente 2006.