La respiración oral resulta un problema realmente serio que debería preocuparnos. Los efectos que conciernen a la salud general y el crecimiento podrían llegar a resultar devastadores, sobre todo en aquellos niños en edad de desarrollo. Muchos de los problemas que parecen no guardar relación con la respiración oral, están asociados a esta forma de respiración.
El origen de esto puede ir desde sufrir alergias crónicas, la hipertrofia de las amígdalas, los pólipos nasales, sufrir una desviación del tabique nasal, la constricción de las vías respiratorias superiores, o el retroceso de la mandíbula, producido por la succión del pulgar, entre otras.
Signos de los respiradores orales:
Las consecuencias pueden ser de diversa índole, entre las que encontramos:
Deformidad de la mandíbula: Cuando los problemas de respiración oral afectan a os más pequeños pueden llegar a alterar la estructura facial, provocando el apiñamiento dental, maloclusión dental, una barbilla pequeña y la alteración en la posición de la cabeza. Estos problemas requieren de un tratamiento por parte de especialistas, como del dentista u ortodoncista.
Postura de la cabeza, del cuello y del cuerpo: La respiración oral trae consigo una posición más avanzada de la cabeza, lo que supone una sobrecarga de los músculos de la espalda y el cuello.
Mal aliento, caries y enfermedad periodontal: El respirar por la boca nos provoca una peor humedad de la cavidad oral, lo que hace más fácil que se desarrollen las bacterias, aumentando así la probabilidad de que las enfermedades nos puedan atacar.
Sistema inmune débil: La falta de oxígeno en personas que respiran por la boca, que usualmente roncan, tiende a debilitar el sistema inmune, rompe ciclos del sueño e interrumpe el crecimiento de la producción de hormonas.
Apnea del sueño: Este es un desorden del descanso, que termina por provocar interrupciones en la respiración, trayendo muchas consecuencias negativas: fatiga, alta presión arterial, problemas cardiovasculares…
La respiración oral en los niños tiene que tratarse tan rápido como se pueda a través de la consulta de pediatría, un odontólogo o cualquier otro especialista en este tipo de problemática.
Autor del texto: Dr Dario Vieira Pereira
Licenciado en odontología. Se ha especializado con el Máster en Cirugía e implantología por la Universidad de Barcelona, y completó su formación con el Diploma de Estudios Avanzados en la Facultad de Odontología de la misma Universidad. Licenciado en Odontologia 1996-2001 Master de cirugía bucal e implantología bucofacial, Facultad de odontología, Universidad de Barcelona 2001-2004 Diploma de estudios avanzados del Doctorado con clasificación de excelente 2006.