¿Os suena el concepto de trauma oclusal? Este se refiere a los daños que se sufren cuando la dentición se deja en la oclusión traumática sin recibir un tratamiento adecuado. Debemos saber que si la relación oclusal no está correctamente equilibrada puede resultar en dolor, sensibilidad e inclusive movilidad en los dientes afectados.
Cuando se cursa de forma natural el trauma oclusal, tanto el tratamiento dental como la enfermedad alteran la oclusión de un paciente mediante el cambio de la superficie o la eliminación de mordida de algún diente, la dentición del paciente estarán dispuestos de forma distinta, lo que cambiará su oclusión.
Cuando este cambio resulta perjudicial para la forma en la que la dentición se cierra, es cuando decimos que el paciente padece un trauma oclusal. Esto podría terminar causando un engrosamiento del margen cervical del hueso alveolar, así como el ensanchamiento del ligamento periodontal.
En el examen del paciente periodontal, se deberán evaluar tanto los parámetros radiográficos como los clínicos, a fin de valorar el papel de la oclusión en la condición del paciente. Deberá evaluarse tanto la presencia de inflamación inducida por placa, la movilidad, la movilidad funcional, el soporte restante y los signos radiológicos de oclusión traumática.
La movilidad consiste en una medida de desplazamiento vertical y horizontal de la pieza dental que es creada mediante la fuerza del dentista. Dos instrumentos dentales son colocados aproximadamente hacia la bocal y lingual altura del contorno del diente, para posteriormente pasar a aplicar fuerzas en la dirección bucolingual. Por el contrario, la movilidad horizontal es evaluada con la comparación de un punto dijo en el diente contra un punto fijo en le diente adyacente.
Evaluar la movilidad funcional implica medir los patrones de vibración de la dentición cuando estos son colocados en posiciones y movimientos de contacto. Se coloca un dedo a lo largo de la superficie bocal y vestibular de la dentición superior. Posteriormente, deberá pedírsele al paciente que toque los dientes entre ellos y los frote mediante movimientos lateral – protusivos, en protusión y laterales.
La dentición que desplaza el paciente en estas posiciones son identificadas seguidamente por palpitación. El fremitus (movilidad funcional) es una guía de la capacidad que el paciente tiene para traumatizar y desplazar la dentición.
El dentista en la clínica será quien evalúe el grado de pérdida de masa ósea, en relación con la longitud de la raíz. La anchura del espacio del ligamento periodontal deberá examinarse alrededor de cada pieza dental.
Encontrar un espacio periodontal ensanchado o un defecto óseo angular no puede indicar un trauma oclusal, pero estos hallazgos radiográficos tienen que dar lugar a otro examen y la aprobación de un modelo oclusal.
Autor del texto: Dr Dario Vieira Pereira
Licenciado en odontología. Se ha especializado con el Máster en Cirugía e implantología por la Universidad de Barcelona, y completó su formación con el Diploma de Estudios Avanzados en la Facultad de Odontología de la misma Universidad. Licenciado en Odontologia 1996-2001 Master de cirugía bucal e implantología bucofacial, Facultad de odontología, Universidad de Barcelona 2001-2004 Diploma de estudios avanzados del Doctorado con clasificación de excelente 2006.