Gracias a la acción de la difusión de su importancia mediante los diferentes especialistas, el hábito de realizar un cepillado dental se ha arraigado profundamente en la sociedad. Sabemos que la gran mayoría de personas lo hace fe forma automática, pero al igual que no se plantean el dejar de hacerlo, tampoco piensan en si están haciéndolo tal y como deberían. Al igual que ocurre con la gran mayoría de hábitos, durante el transcurso del tiempo tendemos a descuidar la atención que estos requieren, y en el caso del cepillado dental esto podría tener una incidencia directa en nuestra boca, en forma de caries dental, enfermedad periodontal… Problemáticas que, sin duda, pueden terminar por damnificar nuestra salud oral y nuestra sonrisa. Para evitar caer en los fallos, lo primero que debemos hacer es conocer cuáles son, por lo que este artículo será muy útil a fin de evitar gran parte de los errores más comunes que se producen durante el cepillado. ¿Te interesa? Sigue leyendo.
Los dentistas de Propdental han preparado una lista con los principales errores en el cepillado que los pacientes deben subsanar. Si aplicamos estas correcciones, de buen seguro nos ahorraremos bastantes dolores de muelas., además de tener nuestra boca mucho más sana.
Cepillarse de forma incorrecta
Realizar largos trazos horizontales a lo largo de la línea de la encía podría inclusive terminar por provocar erosión dental. Las cerdas del cepillo deberán apuntar la línea de la encía en un ángulo de 45 grados, y hacer pequeños trazos o vibraciones. Deberemos cepillar la dentición de forma suave, en movimientos de hacia arriba y hacia abajo, y no hacia los lados como se ve en algunas ocasiones. Deberemos asegurarnos de cepillar todas las superficies del diente: Desde las exteriores a las interiores, además de las de masticación y la lengua, lugar donde se concentra buena parte de las bacterias de la boca.
Olvidar la cara interior de la dentición
Muchos pacientes terminan por olvidar que el cepillado por la cara interior de los dientes (aquella que se mantienen en contacto con la lengua) también es susceptible a albergar caries, bacterias, placa dental o sarro. La parte que se olvida con una mayor frecuencia suele ser la superficie interior de los dientes anteriores. Esta es una zona en la que justamente suele acumularse una gran cantidad de placa, debido a su tendencia natural al apiñameinto.
No emplear un cepillo dental adecuado
Antes de escoger cuál es tipo de cepillo que más te conviene deberás hacer un pensamiento, acerca de cuáles son las especificaciones que requiere tu boca. El primer factor que deberás tener en cuenta es el tamaño de tu cavidad oral. Al igual que los niños pequeños necesitan un cepillo dental más pequeño, aquellos adultos que también tengan una boca más grande o más pequeña tendrán que adaptar el tamaño de la herramienta en función del tamaño de la boca.
La siguiente cuestión es muy habitual: ¿El cepillo deberá ser manual o eléctrico? Los dentistas afirman que para aquellas personas que no gocen de una técnica de cepillado muy depurada un cepillo eléctrico puede venirles mejor, ya que éste prevendrá que dañemos el tejido de la encía y puede llegar a eliminarnos más placa que uno manual, pero esta suele ser una elección muy personal, dependiendo de los gustos del paciente en cuestión.
No usar las cerdas adecuadas
Como sabemos, existen algunos cepillos cuyas cerdas dentales son anguladas, otras son rectas… Esto también es cuestión de preferencia, ya que los dentistas dicen que no existe diferencia entre sus formas. Donde sí tendremos que ser específicamente cuidadosos es en la rigidez de las mismas. En el caso de tener una boca muy sensible o sufrir problemáticas como la retracción de las encías, deberás emplear unas cerdas suaves, ya que unas muy rígidas pueden llegar a dañar tus encías. Estas deberán ser los suficientemente resistentes para poder eliminar la placa, pero lo suficientemente suaves como para no dañar los tejidos orales.
No hace falta cepillarnos los dientes 20 veces al día
Como mínimo lo ideal será que nos cepillemos los dientes 2 veces al día, hacerlo 3 sería ideal. En el caso en el que pase demasiado tiempo entre cepillados, la placa bacteriana tiene tiempo para formarse, y maximizar el riesgo de sufrir enfermedad periodontal u otros problemas. Realizar más de 3 cepillados al día puede poner en riesgo la salud de nuestra dentición, terminar por dañar el esmalte o incluso resultar contraproducente, debilitando los dientes y haciéndolos más propensos a sufrir patologías.
La duración del cepillado, esa gran olvidada
Un buen cepillado dental debería durar, como mínimo, dos minutos. Este es el tiempo que los dentistas calculan que es necesario para así limpiar todas las superficies de los dientes y la lengua. Un truco para asegurarnos que limpiamos bien nuestra cavidad oral es que dividamos la boca en cuatro cuadrantes y gastemos unos 30 segundos en cada uno. Existen cepillos eléctricos que cuentan el tiempo de cepillado, facilitando esta tarea.
Comenzar siempre por el mismo sitio
Algunos pacientes comienzan siempre por el mismo sitio, y al terminar por cansarse, todavía se dejan partes de su boca que no han tenido un cepillado dental óptimo con frecuencia. Para solucionar esto, deberemos asegurarnos de habernos cepillado todas las partes (como por ejemplo con la ayuda de la técnica de los cuatro cuadrantes) pero también nos beneficiará que comencemos cada vez por una parte distinta, de forma que ninguna zona se quede sin cepillar por demasiado tiempo.
Cepillarse demasiado fuerte es contraproducente
Todos los errores pueden ser producidos por exceso o por defecto. En el caso de que nos cepillemos demasiado fuertes los dientes, erosionaremos el esmalte dental y irritaremos nuestras encías. Hacerlo suavemente es lo mejor a fin de evitar que acabamos sangrando sin necesidad.
No enjuagar el cepillo después de la rutina de higiene oral
Debemos recordarnos a menudo que el cepillo dental se usa para eliminar bacterias de nuestra boca, por lo que resultará totalmente lógico que, para eliminar las bacterias que se han quedado en él, enjuaguemos el cepillo. Algunas personas no realizan esto, por lo que estas se pueden quedar en el cepillo, multiplicándose. Otra acción igualmente importante es la de secar el cepillo dental después de realizar la rutina de higiene dental y haberlo enjuagado, para así evitar que quede húmedo, lo que facilitaría el caldo de cultivo de bacterias.
No cambiar el cepillo a menudo
Nuestro cepillo dental tiene una vida media de tres meses, pero lo mejor es que, para identificar como está, es que veamos el estado de las cerdas, para comprobar que estas todavía se mantienen operativas. En el caso de ver que estas han perdido su flexibilidad y que tienden a romperse, deberemos cambiar de forma inmediata el cepillo.
Como siempre, todo esto debe ir sumado a una buena técnica de higiene oral, empleando la seda dental como complemento para eliminar aquella placa bacteriana que se haya quedado en los espacios interdentarios y en la línea de la encía subgingival. Si a esto sumamos una buena dieta, tratando de eliminar los azúcares que están presentes en muchos alimentos prefabricados, y tratamos de añadir fruta y verdura a nuestro sustrato diario, veremos como nos alejamos de los problemas dentales que usualmente tiene la gente que no hace caso de estos consejos.
Para terminar, debemos hacer especial hincapié en la importancia que tiene el realizar una visita periódica de carácter semestral a nuestro dentista de confianza en las Clínicas Propdental. Gracias a su atención, podremos asegurarnos de no estar cursando ningún tipo de patología oral en sus estadios iniciales, lo que podría suponer una grave problemática en caso de que ésta pase inadvertida hasta que muestre sintomatología, momento donde ya no podríamos hacer nada que no suponga un tratamiento más invasivo y costoso para evitar que pase a mayores. SI quieres asegurarte de que tu salud oral está intacta o tienes alguna duda respecto a tu higiene oral, sólo tendrás que beneficiarte de la primera consulta gratuita de las Clínicas Propdental. ¿A qué esperas? Ven y atrévete a sonreír.
Autor del texto: Dr Dario Vieira Pereira
Licenciado en odontología. Se ha especializado con el Máster en Cirugía e implantología por la Universidad de Barcelona, y completó su formación con el Diploma de Estudios Avanzados en la Facultad de Odontología de la misma Universidad. Licenciado en Odontologia 1996-2001 Master de cirugía bucal e implantología bucofacial, Facultad de odontología, Universidad de Barcelona 2001-2004 Diploma de estudios avanzados del Doctorado con clasificación de excelente 2006.