Seguro que alguna vez os habéis fijado. Los dientes no tienen una composición monocromática, sino que las piezas dentales difieren en su color, y si partimos de que los dientes blancos no existen, podríamos decir que el color de nuestros dientes tienen un distinto matiz de color, que puede llegar desde el amarillo al marrón, pasando en algunas ocasiones por el grisáceo.
La coloración de los dientes, desde la génesis, tiene un condicionante genético. El cambio de la coloración de la dentición viene condicionado por el paso del tiempo, y es que a medida que el paciente vaya creciendo, estos irán cambiando su coloración. Al pasar los años, los dientes tienden a envejecer. La cavidad pulpar del diente se retrae, se disminuye el brillo del diente. Cuando esto ocurre, es en el momento en el que la dentina se engrosa, tornándose más opaca y el esmalte dental deteriorado por la edad, dando como resultado unos dientes que tienen un aspecto más oscurecido y apagado, pero este proceso es totalmente normal.
El empleo de pastas dentífricas abrasivas, así como el cepillado enérgico, el empleo de cepillos dentales duros, el ingerir bebidas ácidas… son solo algunos de los ejemplos que podrían acarrear una erosión del esmalte dental, lo que lo hace más traslúcido, y como resultado obtenemos unos dientes más oscuros, con manchas irregulares.
Las decoloraciones anómalas pueden afectar a la estructura de toda la dentición, o presentarse en forma de líneas o manchas.
La genética, como decíamos anteriormente, es la mayor responsable de la coloración de nuestro dientes, pero existen otros factores que también pueden modificar nuestra cromática dental.
Los factores son los siguientes:
Existen enfermedades genéticas capaces de modificar la estructura del esmalte dental, lo que afectaría a su coloración. De la misma forma, algunos fármacos que se administran durante el periodo de gestación de la madre o durante el crecimiento del infante podrían causar cambios en algunos dientes, así como anomalías en su estructura (dureza del esmalte).
Algunas de las causas que se dan de forma más común en la coloración anómala de los dientes son los siguientes:
Los tratamientos de desvitalización o endodoncia, así como la caries, las contusiones o la necrosis también pueden favorecer a este oscurecimiento de los dientes.
En caso de apreciar un oscurecimiento dental que no derive de las causas que exponemos, deberemos acudir inmediatamente al dentista, a fin de que diagnostique cuál es el origen.
Autor del texto: Dr Dario Vieira Pereira
Licenciado en odontología. Se ha especializado con el Máster en Cirugía e implantología por la Universidad de Barcelona, y completó su formación con el Diploma de Estudios Avanzados en la Facultad de Odontología de la misma Universidad. Licenciado en Odontologia 1996-2001 Master de cirugía bucal e implantología bucofacial, Facultad de odontología, Universidad de Barcelona 2001-2004 Diploma de estudios avanzados del Doctorado con clasificación de excelente 2006.