Prevención en odontología
El campo de la odontología no sólo son tratamientos y soluciones a los problemas que aparecen en la cavidad bucal. Como toda disciplina médica, también incluye la vertiente preventiva. Todos sabemos que “es mejor prevenir que curar”, y que la única forma de evitar patologías severas y avanzadas es programando visitas periódicas a la clínica dental. Prever es saber lo que puede ocurrir y actuar para impedirlo. Si un paciente visita la clínica cuando se siente bien, recibirá con seguridad servicios de odontología preventiva. Pero, sin embargo, si lo hace cuando presenta dolores, molestias o algún problema concreto, recibirá servicios de restauración. La prevención en odontología es crucial, pues, para asegurar la salud bucodental.
Las funciones de la prevención en odontología
Hace ya muchos años que se recomienda visitar al dentistas al menos una vez cada seis meses, pero lo más desagradable es que esta recomendación no suele cumplirse siempre. No obstante, cada vez son más los pacientes que acuden más a menudo al dentista. Cuando programas una cita de prevención en odontología no significa que vaya a realizarse ningún tratamiento específico. Es tan sencillo como que el odontólogo realizará una exploración más o menos exhaustiva en función del estado de la boca del paciente. Si detecta anomalías programará una cita de restauración para más adelante.
Lo más importante de la prevención en odontología es poder evitar que se presenten los principales padecimientos de los dientes: la caries dental y las enfermedades periodontales (la gingivitis y la periodontitis). Estas patologías comparten un agente etiológico similar: la acumulación de placa bacteriana en los dientes y las encías. Por esta razón, se recomienda limpiarse bien los dientes en el domicilio y programar limpiezas dentales profesionales de vez en cuando para asegurar la eliminación de la placa por completo.
Las medidas básicas para que un paciente elimine la placa bacteriana pasan por utilizar una serie de utensilios básicos: el cepillo de dientes (manual o eléctrico), el hilo o la seda dental, el enjuague bucal, los cepillos interdentales, los irrigadores bucales, la pasta dental y los limpiadores linguales. Gracias a estos productos y a los utilizados en la clínica por parte de los profesionales, se consigue una boca limpia y libre de microbios. Los dentistas en Clínicas Propdental recomiendan someterse a una limpieza profesional cada dos años, como actuación básica de prevención en odontología.
Autor
Autor del texto: Dr Dario Vieira Pereira
Licenciado en odontología. Se ha especializado con el Máster en Cirugía e implantología por la Universidad de Barcelona, y completó su formación con el Diploma de Estudios Avanzados en la Facultad de Odontología de la misma Universidad. Licenciado en Odontologia 1996-2001 Master de cirugía bucal e implantología bucofacial, Facultad de odontología, Universidad de Barcelona 2001-2004 Diploma de estudios avanzados del Doctorado con clasificación de excelente 2006.