No es nada raro que las personas adultas sufran la rotura súbita de un diente, especialmente aquellas que tienen grandes empastes. La fuerza que aplicamos con la masticación al cabo de los años comporta finas grietas en la base de los empastes, hasta que una pieza del diente se rompe. No suele comportar dolor y tampoco debe preocupar demasiado a quien lo sufre ya que no se trata de algo que pueda ir a peor. Sin embargo, sí que es importante restaurarlo cuando antes para prevenir una nueva fractura.
Si los dientes rotos se encuentran en la parte trasera de la boca, la restauración podrá esperar un tiempo pero en caso que el diente fracturado sea el delantero, el problema estético requerirá una visita cuanto antes.
Un dolor inexplicable en los dientes posteriores suele encontrar respuesta en las grietas que en ellos pueden formarse. Estas empeoran con el tiempo y la masticación, de un modo similar a las grietas que se producen en el parabrisas del coche. Estas grietas pueden comportar la rotura de alguna cúspide del diente.
Más preocupantes son las grietas que se extienden hacia el nervio del diente o la raíz. Los dientes con este tipo de grietas son difícilmente reparables, de modo que es importante diagnosticar este tipo de problema cuanto antes. En caso que se pueda salvar, normalmente requerirá una endodoncia.
Las coronas dentales, las incrustaciones y los empastes dentales son los tres tratamientos para dientes rotos y agrietados:
Autor del texto: Dr Dario Vieira Pereira
Licenciado en odontología. Se ha especializado con el Máster en Cirugía e implantología por la Universidad de Barcelona, y completó su formación con el Diploma de Estudios Avanzados en la Facultad de Odontología de la misma Universidad. Licenciado en Odontologia 1996-2001 Master de cirugía bucal e implantología bucofacial, Facultad de odontología, Universidad de Barcelona 2001-2004 Diploma de estudios avanzados del Doctorado con clasificación de excelente 2006.